ACTO III
(Después de mucho tiempo se
encuentran en la playa Andrea y Melquíades: Es una tarde fría y oscura. Las
olas eran suaves)
Melquíades:
(Bien vestido y arreglado) Tei amao como naide ¿sabés vos? Por ti mei hecho
marinero y hei viajao por
otras tierras... Por ti
hei estao a punto e ser criminal y hasta hei abandonao a mi pobre vieja: por ti
que
me habís engañao y te
habís burlao e mi... Pero mei vengao
Andrea:
(Llorando en silencio; con la mirada al
suelo; demasiado descuidada; la ropa raída y sucia) Perdon.
Melquíades: Si hubiera sío otro... ¡Ah!... Lo
hubiera desafiao ar machete a Andrés y lo hubiera matao... Pero no. Er no tenía
la curpa. La única curpable eras vos que me habías engañao. Y tú eras la única
que debía sufrir así como hei sufrió yo...
Andrea:
Pero…
Melquíades:
-Sentí pena y coraje. Hubiera querido matarlo a ér. Pero después vi que lo
mejor era vengarme: yo
conocía a Andrés. Sabía que
con ér sólo te esperaban er palo y la miseria.
Andrea:
(Continúa llorando sin mirarlo a la cara)
Melquíades: Tei hallao cambiada ¿sabes vos?
Estás fea; estás flaca, andas sucia. Ya no vales pa nada. Solo tienes que
sufrir viendo como te hubiera ido conmigo y como estás ahora ¿sabés vos? Y anda
vete que ya tu marido ha destar esperando la merienda, anda vete que sino
tendrás hoi una paliza... ( Se da la media vuelta y se va)
FIN
TELON
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